Las mujeres del siglo XXI tenemos frente a nosotras un estilo de vida completamente diferente al de generaciones anteriores, en que la vida de la mujer que era madre transcurría a una velocidad distinta, me atrevería a asegurar que era más pausada. ¿Qué ha cambiado? ¡Las exigencias!! Ahora las mamás tenemos más tareas y menos personas en quienes delegar. Lo común es que las mamás de hoy trabajemos fuera de casa y en casa, lo que demanda un gran esfuerzo, pues hay que ser eficientes en ambas instancias, sin morir en el intento. La vida de los hijos también a cambiado, ahora además de las actividades escolares, están los deportes o clases de arte extracurriculares, a lo que sumamos diferentes tipos de terapias y clases adicionales, lo que aumenta el nivel de dificultad. Se requiere de una gran logística y creatividad para organizar la vida familiar.

Roles femeninos

Las mujeres asumimos diferentes roles en las distintas instancias del día dependiendo del momento en que estemos, pero todo se resume en ser mujer!

• Mujer
• Hija
• Mamá
• Esposa
• Amiga
• Hermana
• Profesional
• Jefa
• Empleada
• Estudiante
• Consejera
• Cocinera
• Chofer
• Profesor

Combinar todos estos roles con éxito requiere de una gran destreza, pero sobre todo tener claras las prioridades para poder dedicar tiempo y energías a lo que para nosotras es más importante.

¿Límites a nuestros roles?

Las responsabilidades que asumimos a partir de estos roles son buenas y necesarias, pero también es importante conocer cual es el límite de cada uno.

¿Qué es lo que me lleva a exigirme en cada uno de éstos roles más allá del 100%? Lo hago porque siento que es lo que los otros esperan de mí? Lo hago porque de ésta manera siento que obtengo valor como persona? O lo hago porque así cumplo las metas que me he propuesto en la vida?

Es necesario conocernos a nosotras mismas y plantearnos un proyecto de vida realista, de tal manera que pueda confrontar lo que me motiva a hacer todo tan perfecto, mis expectativas sobre mí misma y mis límites como ser humano.

Reconociendo mis fortalezas y limites, y planteándome metas claras es que podré priorizar mis responsabilidades, asumir qué actividades cumpliré de la mejor manera, cuales no son tan importantes y requieren menos exigencias de mi parte, cuales podré aplazar o cumplir más sencillamente, o, a cuales debo renunciar. Como no podemos estar en varios lugares al mismo tiempo y hay situaciones que así lo requieren, podemos buscar ayuda y delegar algunas actividades, estoy segura que muchos esposos compartirán algunas responsabilidades si nosotras se lo pedimos.

Esto ayudara   a nuestra familia a tener una visión más realista sobre nosotras , a saber que  pueden esperar y que no, y a nosotras a deshacernos de la culpa de no hacer todo tan perfecto, y a sentirnos satisfechas con todo aquello que sí realizamos.  Es una tarea de dosificar nuestras propias exigencias, en función de las prioridades elegidas por nosotras.

Reconociendo mis fortalezas y limites, y planteándome metas claras es que podré priorizar mis responsabilidades, asumir qué actividades cumpliré de la mejor manera