Hay muchas mujeres que por diferentes circunstancias crían solas a sus hijos, ya porque han enviudado, o porque el papá de sus hijos no se hizo responsable ni presente en la vida de ellos.
Todas estas mujeres valientes llevan solas la parentalidad completa, eso quiere decir que son las proveedoras del hogar, y las que educan a sus hijos ejerciendo en una sola persona los roles que usualmente compartimos entre dos.
Ellas son a la vez la mamá que pone normas y las hace cumplir, la que da besos y abrazos, la que revisa la tarea y ve que coman la comida, la que da permisos o los quita, la que llama la atención cuando debe hacerlo, la que los lleva y trae de sus actividades, la que los despide noche a noche a la hora de dormir, la que ejerce toda la autoridad, los educa y ama.
Cómo ser padre y madre a la vez
Aunque el rol del papá no se puede reemplazar en la vida de un hijo, pues este es único, a las mamás que están solas les toca asumir sus funciones, así como encargarse que en la vida de sus hijos exista la presencia cercana de un abuelo o tío que se vincule afectivamente para que sus hijos tengan la oportunidad de experimentar de forma cercana la relación con alguien querido que se acerque al rol de papá.
Cuando asumes el rol de ser el único padre para tus hijos puedes encontrarte en muchas ocasiones muy cansada y sola. Es importante, ya que ésta es tu realidad, que busques otras amigas que también son padre y madre, o una hermana, o tu mamá, para que puedas conversar con ellas sobre lo que te pasa, tener con quienes compartir tus experiencias y que puedan darte concejos que te ayuden a seguir adelante, incluso con quienes compartir las alegrías más grandes que tus hijos te den en tu día a día de ser mamá y papá.