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Mi relación de pareja y el celular

Estamos habituados al uso del celular, que hemos perdido conciencia de cómo éste afecta nuestras relaciones.

En concreto quisiera que nos detengamos a meditar, cuánto tiempo del que ocupamos en el celular es el tiempo que estamos dejando de compartir con la pareja.

Si cada uno de la pareja se destina mucho de su tiempo libre al uso del celular, seguramente en muchas ocasiones estarán juntos, pero separados por sus pantallas, cada uno conversando con alguien distinto, o entretenidos en redes sociales, conectados con el mundo, pero desconectados en pareja.

Desconectarse para conectarse con esa persona que está a tu lado.

Cuando estamos conectados con nuestro celular y con lo que ahí sucede (otras personas, redes sociales, noticias), automáticamente ignoramos la presencia de los que se encuentran físicamente con nosotros evitando vincularnos.

Al no fomentar ni alimentar las relaciones con quienes están a lado nuestro estaremos lejos de ellas aunque parezca que estamos cerca.
La única manera de estar cerca de quienes amamos es mirándolos a los ojos, e interesarnos sinceramente, con todos nuestros sentidos por ellos y por su vida. 

Celos por las redes sociales

Desde que aparecieron las redes sociales hasta  el día de hoy ha existido una evolución en cuanto al uso que  se les da, pues poco a poco se han ido convirtiendo en un espacio en el cual las personas invierten mucho de su tiempo, ¿Cuanto  tiempo? es difícil de cuantificar, pero me atrevería a asegurar que es la mayoría de su tiempo libre.  El tiempo en redes se lo utiliza en mirar lo que  otros publican  y en producir material personal para publicar.

Lo que sucede con las redes sociales es también una actividad que necesita que le pongamos límites, pues como no hay que salir de casa para consumir tiempo en ellas, podemos caer en la fantasía que le estamos dedicando tiempo a nuestra pareja porque estamos en el mismo lugar físico

Junto con el tiempo  dedicado por muchos a las redes sociales han aparecido algunas dificultades en las relaciones de parejas que antes eran propias de otros ámbitos como son: los celos de parejas!!!

Las dificultades por los "celos por las redes sociales" surgen en 4 instancias:

  1. "¡Solo haces snaps con otras personas y no me incluyes!"
  2. "Haces comentarios y das likes a fotos de tus amigos, pero nunca a las nuestras o a las mías."
  3. "Te pasas todo el tiempo mirando la pantalla de tu celular y no hay tiempo para nosotros"
  4. "¿Qué escondes en tu celular que no me dejas ni mirarlo?"
  5. "No me das la clave de tu celular, ¿qué escondes?"

Los 3 primeros momentos están relacionados con que la otra persona se sienta tratada como prioridad en la vida del que está utilizando las redes, pues al absorber estas la atención del otro, fácilmente se puede alguien sentir relegado.  Existen distintas formas de distraer nuestra atención como hacer deportes, ver deportes, salir con amigos o amigas, actividades que son buenas, pero que necesitan tener un balance en el tiempo que les dedicamos así como con nuestro trabajo y familia.  Lo que sucede con las redes sociales es también una actividad que necesita que le pongamos límites, pues como no hay que salir de casa para consumir tiempo en ellas, podemos caer en la fantasía que le estamos dedicando tiempo a nuestra pareja porque estamos en el mismo lugar físico, sin embargo no estamos presentes, pues con quien nos estamos relacionando es con un otro a través del chat, o con redes... por lo tanto estamos ausentes.

Es indispensable que el tiempo dedicado a consumir redes sociales sea limitado por nosotros mismos, para darle un espacio importante a nuestra pareja.  ¿Cómo vamos a decirle que es nuestra prioridad sino le damos tiempo real?

Si tu pareja te pide ser incluida en tus snaps ¿ porqué no darle gusto?  es natural que si solo los haces con tus amigos o compañeros de trabajo y no con él o ella generes dudas en cuanto que prefieres mostrarte con otros y a ella o él lo tienes escondido, o como dicen algunos, genera desconfianza, porque quizá quieres que el mundo te vea soltero/o y no con pareja.

Muchas personas tienen chats con amigos o amigas  cuyo contenido es muy femenino y otros muy masculino en los cuales se  espera que lo que se escribe o se muestra en ellos se reserve para el grupo y no se comparta con terceros pues podría mal interpretarse, si este es el caso, lo mejor que puedes hacer es contar a tu pareja esa realidad, pues ocultando el celular o borrando cada mensaje estás creando desconfianza y alimentando la fantasía de una posible infidelidad.

La vida de pareja necesita cimentarse en la confianza y en la seguridad de las relaciones francas y honestas en las cuales se sabe y se siente que el uno es prioridad del otro, porque se demuestra con actos concretos, y en las que no hay necesidad de ocultar el celular porque no hay secretos que esconder, ni claves que ocultar.

La forma en que utilizamos las redes sociales, sea por el contenido que miramos, cómo por el contenido que subimos, habla de quienes somos nosotros, cuales son nuestros valores, y qué es lo que consideramos importante en la vida, habla también de nuestras relaciones.

Una pareja en la que hay confianza no pide claves ni pone claves, no revisa el celular del otro... si existen celos por el uso que tienes de las redes, revisa qué estas haciendo... y qué puedes cambiar.

Dialogo de pareja: ¿Comunicación a través del chat?

Desde que aparecieron primero los messenger y luego los chat,  cada vez más parejas han optado por tratar a través de este medio los temas trascendentes de su relación, o sino,  lo utilizan como el medio para continuar discusiones comenzadas en casa y mantenidas a través del chat por días.

Indudablemente la parte positiva es que es un medio rápido y directo para comunicarse, dar información y obtener respuestas sobre asuntos cotidianos e inmediatos, resolviendo un sin fin de dificultades diarias. La dificultad reside en los diálogos profundos que hoy se mantienen por chat. La pregunta es, ¿para que les sirve dialogar a través del chat? Hay personas a las que les es muy sencillo dialogar cara a cara, pero hay un grupo enorme a los que les es muy difícil, y la aparición del chat suple una necesidad personal.   Estas personas temen mucho el conflicto que puede surgir de un diálogo, pues se sienten inseguras, o tienen malas experiencias diciendo como piensan o cómo se sienten, pues han sido descalificadas anteriormente, así como hay personas a las que les cuesta mucho expresar sus emociones y recibir las emociones de los otros, de tal forma que el mensaje de texto resulta la herramienta que han encontrado para poder comunicar lo que realmente les importa.

Esto que en principio es algo positivo, pues nos permite comunicarnos, tiene finalmente repercusiones negativas. En la medida en que nos escondemos detrás de un medio de comunicación, justificándonos, pues "todos lo hacen y es lo normal", boicoteamos nuestro propio crecimiento personal, que implica dialogar cara a cara, nos acomodamos, en vez de madurar. El medio escrito implica no ver a la otra persona, por lo tanto te sientes libre para decir lo que quieras, sin ningún control o contención de si lo que vas a escribir va a herir u ofender a la otra persona, estas mas preocupado de expresarte, que de la consecuencia que pueda tener en el otro. Descubres que a través de este aparato puedes decir todo lo que sientes, sin control alguno, es como un desahogo.   Incluso muchas personas lo utilizan como medio para atacar a su pareja, a quién dicen que aman, "por fin le dije lo que se merecía" son frases que escuchamos. El resultado final es lo que vivimos hoy, pues luego de estás eternas discusiones de mensaje de texto, que usualmente quedan inconclusas, en el momento del encuentro cara a cara ni terminan el diálogo, ni comentan lo que se han estado escribiendo, ni cómo esto los ha hecho sentir, sino que actuamos distantes o resentidos con el otro, o como si nada pasara, pero en algún momento pasamos factura al otro… hasta el punto en que ninguno sabe dónde comenzó el problema o porqué se sienten tan resentidos.

Pero, ¿cuál es el límite?

Los chat, definitivamente son una herramienta que nos sirve para resolver situaciones cotidianas, como, saber a qué hora llegará a la casa, o recordar que es el santo de la abuelita, o la cita en el dr, pedir algún favor... Pero profundizar en el diálogo de pareja y tratar de resolver conflictos a través de éste no es más que una paradoja, en la que con intención de estar cerca del otro, no conseguimos más que alejarlo.

Cada vez que escribas algo a tu esposa o novia pregúntate: ¿me atrevería a decírselo de frente? Si la respuesta es negativa, no lo escribas, y busca las palabras adecuadas para conversarlo cuando estén cara a cara.

A la persona que amamos hay que cuidarla, lo que implica que debemos procurar dialogar en el momento adecuado y con la palabra correcta, pues la intención nunca debe ser la de ofender al otro, sino la de resolver algún desacuerdo o comunicar algún sentimiento por difícil que este sea.  Seguro que aunque es más difícil hacerlo así, descubriremos el crecimiento que significa para la pareja, teniendo como resultado una relación más solida.

Pokemon Go, consejos para los padres

Hace aproximadamente 15 años, una vez que mis hijas terminaban sus actividades de la tarde veíamos cada día su programa preferido de tv.

Infidelidad virtual

Tradicionalmente los ámbitos comunes temidos por la posibilidad de una infidelidad han sido siempre los lugares de trabajo, los viajes periódicos al mismo destino, los cursos de formación profesional, o las salidas a bares entre amigos. El factor común entre estos lugares y la infidelidad es la posibilidad de intimidar con alguien del sexo opuesto de manera cotidiana. Persona con la que se rompe la distancia profesional y se entra a una esfera personal, con quién en un inicio puede sentir deseo de desahogo por algún problema, o simplemente sentirse alagado por haber recibido fuertes coqueteos a los que se responde y se inicia un juego que se convierte en infidelidad. Hoy en día existe una nueva puerta de entrada a la infidelidad que son las redes sociales.

La Infidelidad Virtual

Para quien quiere ser fiel, puede esto ser una tentación, pero si ha optado seriamente por la fidelidad, podrá pasarlo de largo. Pero para quien está pasando por alguna crisis personal o de pareja, o la fidelidad no es un asunto muy valorado (ahora la relación no es para siempre), estas nuevas herramientas tecnológicas son una puerta más. Hay quienes invierten horas del día en Facebook, Instagram, Snapchat... se reencuentran con amigos, o ex enamorados (as) de quienes se habían desconectado, se ponen al día en su vida, y se inicia un intercambio de intimidad que no se hubiera dado si se hubieran encontrado repentinamente en el supermercado. Conoces súbitamente qué ha pasado con su vida, en donde viven, trabajan, si están casados o divorciados y porque se divorciaron, sus éxitos, fracasos, alegrías y tristezas….en muchos casos se siente empatía por haber vivido experiencias parecidas, en otros emoción porque lleva la vida que tú hubieras deseado para ti. A veces puede ser llevado por la curiosidad, otras por las crisis personales y de repente encuentras quien te escuche y se interese por tí, y surge el deseo de compartir más con esa persona y se intercambian el numero de celular. Todo esto ha pasado y solo has intercambiado a través de una pantalla, se inicia en la computadora, continua en el teléfono a través de Whatsapp, luego Facetime o Skype.  El coqueteo se hace cotidiano, te enganchas.  Qué fácil, qué rápido, cuán peligroso!!.  De ahí al encuentro personal hay solo un paso… y el resto ya lo conocen... Se ha sumado a la frase “a tu secretaria la contrato yo!”, el , “dame tu clave del celular, de Facebook...”, como prueba de fidelidad… los detectives están siendo reemplazados por hackers…que navegan por las computadoras de los posibles infieles hasta descubrir sus correos y mensajes.  Además de las gateadas a media noche para revisar el chat. ¡Cuanto riesgo!, abrimos puertas en dónde no sabemos que encontraremos del otro lado, pero las atravesamos arriesgándolo todo, y sin pensar que dejo atrás… con sensación de ser invisible… se han vuelto virtuales, pero no somos hologramas, somos de carne y hueso y los actos tienen consecuencias, o es que con la excusa de tengo problemas y me merezco ser feliz vivimos una enorme paradoja: ¡traicionándolo al otro, me traiciono a mí mismo! Solo cada uno de nosotros podemos poner límites a la elección de con quién compartir nuestra intimidad, con quién coquetear, con quién jugar, con quien conversar.

La tentación de entrar al juego virtual:

Si sientes la tentación de hacerlo con otra persona que no es tu pareja, te recomiendo que te hagas la pregunta ¿Para qué quiero compartir mi intimidad con ésta persona? ¿ que voy a conseguir, que gano, a quién le hago bien, o daño? ¿ Hace cuánto que no comparto esto con mi pareja?. ¿Crees que vale la pena entrar en el juego virtual? O será mejor inversión apagar la computadora o el celular y hacer algo positivo por tu relación de pareja? ¿crees que el coqueteo virtual aportará algo positivo a tu vida, o será profundizar aún más la crisis personal o de pareja que estés viviendo? Es mucho más saludable que te contengas a la curiosidad de lo que podrías experimentar, que seguramente será un bienestar inmediatista y pasajero, y comiences a vivir seriamente el amor por tu pareja. “La fidelidad no la podemos reducir a evitar la traición al cónyuge”(Tomás Melendo),  o no caer en la tentación, es mucho más que eso. Es vivir el amor al otro, es todo aquello positivo que hago por el otro para que se sienta amado. 

¿A QUE EDAD LE PUEDO DAR A MI HIJO UN SMARTPHONE?

Esta es una pregunta difícil de responder para los padres de hoy en día, pues cada vez sienten más que es un aparato necesario.  ¿lo es realmente? Desde las declaraciones de Bill Gates propietario de microsoft la pregunta recobra actualidad.

En entra entrevista en mirror el dice:

¨No permitimos celulares en la mesa, cuando estamos comiendo, no le dimos celulares a nuestros hijos hasta que tuvieron 14 años y ellos se quejaron que a otros chicos se los habían dado antes”

Lo primero debe ser preguntarse:

  1. ¿Para qué necesita mi hijo un smartphone?

Sea que tu hijo te pida un smartphone, o veas que sus amigos lo tienen, más allá de su edad deberás preguntarte ¿para qué necesita mi hijo este aparato? ¿Cual sería el uso que le puede dar? Pues si es un niño de primaria y sucede algo en la escuela, ellos llamarán a los papás a comunicar cualquier circunstancia, si tiene alguna actividad extra curricular, seguramente lo llevará y traerá un familiar, con lo cual no necesita estar comunicado, para que los amigos lo inviten a su casa, a esa edad las invitaciones siempre se hacen entre las mamás.  Hay padres que sostienen que lo necesitan para que los hijos les avisen si algo pasa en el transporte de regreso a casa, o si están en casa de un amigo, para que les avisen y así pueden recogerlos antes o después.  La realidad es que para todas estas opciones existen los teléfonos de los adultos responsables, y esperar un poco a que te recojan de algún lugar, o escribir para preguntar desde el bus cual es el almuerzo, nunca a sido una necesidad, simplemente desarrollan la paciencia y el saber esperar, como lo hicieron sus padres que son de otra generación.  En cuanto a los hijos de padres separados que el papá le de un smartphone a su hijo para comunicarse con él es realmente una mala decisión, pues le da una herramienta que no tiene madurez para usar, teniendo el niño otra vía para comunicarse con el papá que es el teléfono de la mamá, es mas saludable limar las asperezas entre papá y mamá, evitando dar un teléfono al hijo, aceptando que la comunicación sea a través del celular de la mamá.

2.¿Tiene madurez para su uso?

Una vez que resolvemos si lo necesita o no, debes plantearte si tu hijo puede hacer un uso adecuado, lo que quiere decir, respetar el horario para su uso, evitar navegar a lugares inadecuados para su edad, no ver pornografía, no usarlo para ver series o películas durante horas escolares, hora de deberes, madrugada, no llevarlo a la mesa…lo que significa acatar las reglas de uso que establezcan ustedes sus padres, así como la supervisión.  Para poner reglas hay que estar al tanto de cual es el posible comportamiento de un chico con un smartphone en la mano, en caso que lo necesite, pero no exista la madurez, podrán optar por darle un teléfono básico con un plan que solo permita comunicación y no navegación.

En el caso de Bill Gates no han tenido dificultad al poner límites pues declaró “Siempre establecemos una hora después de la cual cualquier dispositivo electrónico está prohibido para que duerman a una hora razonable.” declarando también “siempre estamos buscando la manera en que los niños puedan usar los móviles de forma provechosa (para hacer deberes o estar en contacto con amigos), y vigilamos cuando lo usan en exceso”

3.¿Según la edad que tiene y su desarrollo, es ya responsable para su cuidado?

Cuidar de un smartphone requiere madurez, pues hay que conocer su funcionamiento, así como no dejarlo olvidado, perdido, usarlo con el requerido cuidado evitando maltratarlo, cuidar su batería recargando adecuadamente.  Si das a un hijo que no tiene la madurez para cuidar un teléfono sofisticado, no podrías pedirle que tenga el debido cuidado pues no tiene la capacidad todavía de manejar el aparato como lo harías tú.  Es por esto la importancia de tener la madurez para hacerse responsable de su cuidado, de tal manera que tu puedas exigir eso mismo de parte de él porque está listo para hacerlo.

4.¿Darle un smartphone responde a una necesidad de presión social? ¿De él o mía?

La presión social existe, en chicos y grandes, dependiendo de cada uno si cede frente a ella o no.  Definitivamente los adultos tienen más herramientas, claridad y certezas para frente a la presión social parar, pensar y decidir, no así los hijos pre adolescentes y adolescentes que necesitarán justamente de la claridad de los padres al momento de tomar una decisión como es tener o no un smartphone y a que edad.

5.¿Le das el celular porque te gusta que tu hijo tenga la tecnología primero que otros?

Puede que sean papás noveleros, uno más que otro dentro de la pareja, o quizá resulte que te gusta que tu hijo tenga todos los gadgets de moda primero que nadie para que sea “un bacán”, o piensas que eso le dará seguridad social, usualmente estas necesidades aparecen para sanar heridas personales de tu propia adolescencia en que te sentiste inseguro al no tener ese “algo” que todos tenían, con lo cual puedes haberte sentido inseguro o fuera del grupo.  Recomiendo meditar sobre esto antes de entregar a tu hijo un celular que puede ser no necesite todavía ni esté maduro para manejarlo.

6.Cuando den el permiso para tenerlo, ¿le entregará el que el quiere tener, le dirán que trabaje para tenerlo, le darán el viejo usado de papá, o le comprarán el que a ustedes les parezca adecuado sin que sea el de última generación?

Preguntarse esto los ayudará a tomar una mejor decisión, a estar muy conscientes de el porqué y para qué decidieron de una forma o de otra, así después evitarán lamentarse por haber tomado una decisión impulsiva que podría no ser lo más aconsejable para tu hijo.  Cada uno conoce a su hijo, y teniendo claro la labor de educador de los padres, el tipo de celular que se entregue al hijo deberá responder a un criterio de educación.

7. Que hacer cuando “tu hijo te dice es mi plata yo lo compro si quiero”:  los padres tienen toda la autoridad para negar a su hijo la posibilidad de adquirir un celular aunque sea el mismo el que lo pague.  La primera decisión es si es adecuado para tu hijo tenerlo, no quién lo paga, por lo tanto si el cuenta con el dinero para hacerlo pero ustedes no lo autorizan, el no deberá comprarlo.  Solo cuando tenga el permiso de sus padres para poseer uno es que podrá pensar en cual comprar, y en ésta decisión también deben estar involucrados los papás, pues el smartphone que compre debe también estar bajo la supervisión y reglas familiares.

Los comentarios de Bill Gates sobre la edad en que entregó celular a sus hijos,  sobre los límites que los padres deben establecer para su uso y la supervisión necesaria para los hijos  hagan buen uso de la herramienta nos obliga a re preguntarnos qué estamos haciendo en casa con respecto a este tema, pues él es un hombre que vive de la tecnología por lo tanto conoce exactamente sus beneficios y riesgos, y al momento de actuar como papá maneja los limites sin duda y con claridad.

La media mundial en que se da celulares a los hijos es a los 12 años, cuando están en 7mo grado, lo cual ni significa que es lo adecuado para los hijos.

Lo recomendable es hacerlo a los 14 cuando el chico tiene la madurez para usarlo de forma correcta, respetando límites y supervisión de sus padres.

Es importante que como padres tengan suficiente claridad y voluntad para tomar la decisión  adecuada para cada hijo, si darles un celular  en noveno año, que es cuando cumplen 14 años, o, darles en 7mo grado cuando tienen 12 años (así como a otros niños).  Los invito a revisar las preguntas como una forma de ayudarse a tomar la mejor decisión para sus hijos.

 

 

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