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María Fernanda Noboa

María Fernanda Noboa

Psicoterapeuta de Familia y de Pareja

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Tus hijos, mis hijos y los hijos que tendremos en común

Para convertirse en una gran familia en la que los hijos de ambos se lleven bien, en dónde exista una relación de cariño, es indispensable que por parte de los padres haya mucho amor y generosidad para ser pacientes en el proceso y permitir a los chicos adaptarse cada uno a su ritmo a esta nueva familia, comprendiendo la complejidad de la relación en que no todos los chicos  reaccionarán de  igual manera ni en los mismos tiempos.  La clave será la paciencia y el respeto a sus propios hijos en dónde no se vean forzados a una relación íntima de amistad para contentar a los papás.

Cinco situaciones complejas:

1. "Te amo a ti pero no a tus hijos" cuando esto sucede tendrás que pensar bien si quieres hacer una vida en común con esa persona, pues no creas que con el tiempo se encariñará con los niños. Debes tener claras tus prioridades, y saber que quién no es capaz de tener cariño a tus hijos, no podrá convivir en armonía con ellos, ni contigo.

2. Cuando uno de los dos es padre y el otro no: Ésta es una situación en la que podrías recibir muchas críticas de tu nueva pareja sobre tu estilo de parentalidad y  sobre todo lo que a él o ella le parece que haces mal o con lo que no está de acuerdo. Es indispensable que dialoguen sobre los desacuerdos en relación a educar a los hijos, así como llegar a consensos mínimos sobre los límites o no que tu nueva pareja tendrá en la educación de tu hijo.

3. La madrastra de Blancanieves o la nueva esposa de papá: Blancanieves es un cuento que encierra una realidad: los celos entre las mujeres. La nueva esposa de papá no tiene porqué ser la madrastra de Blancanieves, debe ser lo suficientemente comprensiva y respetuosa del espacio de las hijas de su esposo y él; aceptar que NO es la mamá, ni tratar de ocupar su lugar, para tener una relación armoniosa con las hijas de su esposo, sino que de una forma respetuosa a la identidad y costumbres de las hijas de su esposo, intentar construir puentes que las acerquen para que puedan tener una relación de amistad en dónde por ningún concepto se intente dañar la imagen de la madre de las niñas.

4.“Mi papá vive con otros niños” “lo extraño: ¿será que me va a reemplazar?” “Cuando él estaba soltero lo veía más”: Cuando un papá se casa con alguien que tiene hijos propios tendrá que ser especialmente cuidadoso de estar presente en la vida de sus propios hijos de tal manera que ellos sientan que ocupan el primer lugar en el corazón de su padre.

5. Respetar y propiciar los espacios de tu esposo o esposa con sus propios hijos: Con mucha frecuencia a la nueva pareja le cuesta aceptar que su esposo o esposa necesita tener espacios a solas con sus hijos propios sin su presencia.  Esto supone en algunas personas celos al tiempo de su esposa o esposo con sus hijos, además inseguridad al sentirse excluido.  Es importante que tengan paz, comprendiendo que esos espacios son importantes para su esposa o esposo, y que justamente lejos de ser un motivo de desunión, le garantizan una relación de pareja más sana en dónde las necesidades personales son entendidas y propiciadas por el otro.

  La relación con los hijos propios que no viven contigo. Lo común es que el papá ya no vive el día a día con sus hijos, pues estos quedan al cuidado de la mamá y se verán con él los fines de semana y entre semana algún día si lo hubieren acordado así. Aquí 5 tips a tomar en cuenta: 1. Deben sentir que la casa de papá es su casa, no que vienen de visita, para esto es indispensable que exista una habitación en la que ellos sientan que es su espacio en la casa de papá. 2. Procura que cuando tus hijos estén en tu casa dedicarles tiempo en exclusiva, pues ellos están ahí para compartir contigo, realizando algunas actividades sólo con ellos. En esas ocasiones, debes pedir especial paciencia a tu nueva esposa, y procurar que ella también dedique ese momento en especial a sus propios hijos.

3. Para tus hijos es difícil aceptar que su papá pasa día a día con chicos que no son sus hijos, y que estos tienen más a su papá que ellos mismos. Esta situación conlleva celos naturales que deberás comprender para que puedas ser afectuoso con tus hijos y hacerlos sentir únicos y especiales cuando estén contigo.

4. Aunque deben aprender a compartir con los hijos de tu nueva esposa, no fuercen la situación insistiendo en que se hagan amigos y se caigan bien. Ellos no los eligieron, les tocó vivir esta situación por elección de sus padres. Pueden promover algunas actividades en común como almorzar juntos en casa o fuera de ella, ir al cine, algún paseo, pero respetar también que no será viable estar juntos todo el día y entender que sus hijos pueden no sentirse cómodos, ni felices con la situación.

5. Por el hecho de no vivir el día a día contigo, pueden creer que en tu casa no habrán normas.  Estas       son indispensables en el funcionamiento de toda familia y ellos deberán conocer que en tu casa también existen, no solo en casa de mamá.  Además frente a los hijos de tu nueva esposa, que también viven en casa, deberán sentir que hay una unidad de reglas que se aplican para todos sin privilegios.

Nuevas reglas en el hogar: ¿para quienes?          

Cuando se casan dos personas que ya han vivido experiencias familiares previas, traen consigo sus propias costumbres, en cuanto a lo que les gusta comer, a que dedicar el tiempo libre, cómo divertirse, etc. Asimismo, han desarrollado sus reglas y normas con las que han funcionado como familia hasta antes del nuevo matrimonio.   Lo más probable es que los nuevos esposos lleguen al matrimonio con expectativas propias de cómo y cuáles deberán ser las nuevas normas que como familia deben asumir.

Para promover el buen funcionamiento de la nueva familia se recomienda:

 Negociar las nuevas reglas entre los dos adultos de la casa, pues de una forma madura deberán consensuar los aspectos más relevantes de lo que cada uno quisiera hacer, y cómo creen que deben funcionar, de tal forma que las expectativas sean aclaradas evitando futuras sorpresas.

Tanto los hijos de uno, como los del otro, deberán poder sentir que hay muchas normas que permanecen lo más parecido a su hogar anterior; pues será más dolorosa la transición en un ambiente en el que “todo cambió”, pues  deben adaptarse a vivir con alguien que les resulta extraño, y a nuevas reglas de juego.

¿Quién tiene la autoridad frente a los hijos de quién?  

 La pareja, al conformar una nueva familia, debe decidir, cuánta autoridad o ninguna, delegarán en su cónyuge sobre sus hijos. Este aspecto es trascendente, pues los niños deben sentir que hay un equipo, y el esposo/a de su papá o mamá, no debe sentirse pintado en la pared, sino como parte de la familia. Al igual que si la pareja de papá o mamá tiene exceso de autoridad será perjudicial para todos, ya que los chicos podrían considerar que a él no le corresponde ser tan duro, o siquiera tener una opinión sobre lo que ellos deben o no hacer.

Lo óptimo es que las reglas sean conocidas por todos y que sea el padre o madre el que corrija al hijo, pero en caso de no estar presente pueda hacerlo su pareja con mucha naturalidad, siempre que tenga la delegación del otro para hacer esto.

El manejo del dinero

El dinero es un tema muy delicado, que deberán abordar frontalmente y sobre el cual, tomar decisiones.

Al ser una nueva familia es recomendable que sean sinceros respecto a cuánto dinero gana cada uno, qué cantidad necesitan para cubrir los costos el hogar en común y también definir quién va a mantener a los hijos que cada uno tiene.

De ésta forma podrán decidir quién paga qué, así como destinar una cantidad para ahorrar juntos.

Es aconsejable, de ser posible, que la nueva pareja inicie su vida matrimonial en una casa que no sea la que uno de ellos tenía anteriormente, sino que lo hagan en un lugar que adquieran para comenzar su nuevo hogar

 

Los nuevos hijos de la pareja

Dependiendo de la edad de los cónyuges, y de si tienen o no hijos previos, la nueva pareja podrá concebir uno o varios hijos de tal manera que sean "los tuyos, los míos y los nuestros".

Cuando esta es la decisión de la pareja deberán tener mucho cuidado y paciencia para integrar a los hijos que no viven en éste hogar, usualmente los hijos del papá, en el proceso del embarazo y nacimiento del nuevo bebé, de tal manera que ellos no se sientan excluidos del proceso.

La familia reconstituída: Cuando papá o mamá se vuelven a casar

Se llama familia reconstituida cuando uno, o los dos miembros de la nueva pareja han tenido un matrimonio anterior del cual existen hijos.

Luego de su primer matrimonio, donde tuvieron hijos, sea que terminó por divorcio o viudez, enamorarse otra vez es una opción para muchos; pensar en formar un nuevo hogar con la persona con la que han estado relacionándose, quien a su vez podría ser soltera, viuda o divorciada con o sin hijos.

Las variables son múltiples y los resultados también, y dependiendo de esto será el grado de complejidad en las relaciones de la familia a conformarse, pues no es lo mismo que uno de los dos tenga hijos y el otro no, a que los dos tengan hijos y todos vivan bajo el mismo techo, lo que sucedería si un viudo con hijos se casara con una mujer que tenga varios hijos de un matrimonio anterior. La edad de los hijos, también determinará el grado de dificultad en la adaptación familiar, ya que no es distinto si son niños pequeños o adolescentes.

Si como familia han atravesado la muerte de su padre o madre, o el divorcio de éstos, serán una familia que ha conocido un dolor muy grande, ya que estos factores causan uno de los sufrimientos más fuertes que un hijo puede vivir.

Así pues, el punto de partida de una familia reconstituida es la pérdida, por lo tanto los miembros de ésta, adultos y niños han vivido un proceso de sufrimiento. Los hijos han pasado o están pasando momentos muy duros, donde tendrá que haber de parte de los padres, contención, paciencia, y respeto a los tiempos, para que logren adaptarse a una nueva familia de forma positiva y sana.

Estoy saliendo con alguien: ¿Se lo digo a mis hijos?

Si has conocido a una persona con la que estás feliz, y proyectas que podría ser una relación seria y estable, debes presentarla a tus hijos, para que se familiaricen, a la vez vayan asumiendo que su mamá o papá está interesado y ha empezado a querer a alguien, a más de ellos, y que no es su otro papá o mamá. Como nadie ama lo que no conoce, les das la oportunidad de vivir el proceso de esta nueva relación en que podrán conocer y tal vez aceptar a tu nueva pareja, respetando los tiempos; con la posibilidad de que eventualmente lleguen a querer a esta nueva persona. De tal manera que cuando decidan que es momento de casarse no sea una sorpresa para ellos, sino algo que  veían venir.

No es aconsejable presentarle a los hijos a cada persona con la que puedan estar saliendo, pues este ir y venir de amigos/as solo les causa inseguridad e inestabilidad.

Al igual que deben evitar el mantener una relación secreta y hacerla pública a los hijos cuando ya han decidido casarse en fecha próxima, pues ellos no alcanzan a procesar tan rápido los sucesos y peor aún ver al papá o mamá tan involucrados en una relación que apenas es nueva para ellos. Solo les causará inseguridad en relación al amor de su padre o madre, desconfianza de la persona que se casará con él/ella, y rechazo. Dificultando seriamente la relación de la nueva pareja con los hijos propios.

¡Que cada uno duerma en su casa!

Si quieres que tus hijos se sientan a gusto con tu relación, es indispensable que respetes sus espacios, y el más importante es su casa y la hora de ir a dormir. Frases como éstas son comunes cuando los padres transgreden la intimidad de los hijos llevándolos a dormir a casa del novio/a o trayendo al novio/a a dormir a casa:

“Mi mami nos llevó a dormir a casa de su novio. No entiendo qué hacemos ahí.”

“La novia de mi papi duerme en casa, y se pone brava cuando lo abrazo” “La novia de mi papi viene a dormir a casa y trae a su hijito” “Ellos dos duermen con mi papi.” “No lo soporto.” “¿por qué tengo que compartir con ellos si yo solo veo a mi papi los fines de semana?”

“Tengo miedo de perder a mi papá, ahora sólo lo veo cuando está con su nueva novia, nunca está a solas conmigo” “Mi mamá tiene un novio que ahora duerme en casa, en la cama que era de mi papi, lo odio.” “Mi mamá tiene un nuevo novio, que también duerme en casa los sábados, igual que hacía el anterior”

Es difícil para los hijos aceptar una nueva pareja de papá o mamá, no se lo hagas más doloroso y valora los momentos de intimidad con ellos, diferenciándolos de los momentos con tu nueva pareja.

El orden es importante en la vida, y tus hijos agradecerán y valorarán que tu sigas el proceso ordenado en tu vida y en la de ellos, en especial si han sufrido el divorcio de sus padres, llevando un noviazgo con tu pareja fuera de casa y luego de un proceso prudente podrá venir la boda, cuando compartirán un hogar común. Recuerda que cada decisión que tomes tiene un efecto en tus hijos, consecuencia que deberás asumir con responsabilidad

La decisión de casarse con la nueva pareja.

Una vez que deciden casarse y lo comunican a los hijos deberán estar preparados para diferentes tipos de reacciones. Si tienen hijos muy pequeños, es probable que estén contentos porque se han encariñado con el novio o novia de papá o mamá. Pero si sus hijos son adolescentes, seguramente estarán tristes o disgustados, sobre todo si su otro papá o mamá de los que ustedes se divorciaron, están solos, y sus hijos tenían el sueño que algún día volverían a estar todos juntos, lo cual es muy normal. Este nuevo matrimonio acaba con la esperanza de los hijos de tener a sus padres casados nuevamente.

Una de las penas más grandes de los hijos es sentir que uno de los papás se queda solo, y resienten que el otro pueda estar tan feliz con otra persona, mientras aquel papá o mamá sufre.

Es importante que ustedes, los padres que optan por un nuevo matrimonio tengan expectativas muy aterrizadas en cuanto la vivencia emocional de sus hijos con respecto a su nueva pareja. Lo más probable es que ellos tengan sentimientos confusos de resentimiento, tristeza, decepción, odio, miedo y cariño si es que tu pareja les cae bien, o han logrado aceptarla.

Ese es el momento en que sus hijos necesitarán de la comprensión y paciencia de sus padres, pues estarán a travesando una etapa de aceptación de su nueva circunstancia.

Estas vivencias suceden con el primero de sus padres que contrae un nuevo matrimonio, para cuando el segundo de sus padres decida tener una nueva familia, ya habrán conocido esta nueva realidad, con lo cual el proceso que atraviesan les será más familiar, lo que no significa que por conocido esté ausente de dolor.

 

Tengo hijos aún en casa: ¡estamos enteros!

Si sólo ha salido de casa un hijo, quiere decir seguramente, que todavía tenemos algunos hijos con nosotros y que nuestra tarea de educadores continúa activa.

Es probable que lo que suceda con nuestro hijo que está fuera nos atrape en ocasiones, o el nieto nos tenga locos de ternura. Debemos recordar que nuestra tarea principal son aquellos hijos que están en casa, y por ningún concepto debemos hacerlos sentir en segundo lugar, sino todo lo contrario, es un buen momento para darles protagonismo dedicando a ellos el tiempo y atención que requieran, que en ocasiones fue tan difícil dar como hubiésemos querido pues había que repartirlo entre más hijos.

Disfrutemos de los hijos que hay en casa, y por supuesto, de nuestra pareja para la que tendremos más tiempo todavía.  

Llegaron los nietos

Las nuevas parejas, unas antes y otras más tarde, empezarán a buscar salir embarazados hasta conseguirlo y dar a luz a su bebé. Con el nacimiento del nieto, la familia crece, pero además se suma una nueva generación a la familia convirtiendo a los padres en abuelos, y a los hijos en papás.

Esto es ley natural de la vida, pero asumir los diferentes roles y su significado es una experiencia completamente nueva. En este momento aparecerán dudas y temores nuevamente, ¿cómo lo harán?

Ahora deben cuidar y mantener al bebé, y recordarán como fue cuando ustedes comenzaron. 

¿Suegros/papás metidos? ¿Que hago si nos parece que toman una decisión equivocada?

Habrá ocasiones en que una decisión tomada por nuestros hijos nos preocupe mucho, pues pensamos que será una mala decisión que podría traerles consecuencias que ellos no están previniendo por su juventud, y consideramos que ven los posibles resultados de forma ingenua,banal o inmadura. Si esto sucediera, es importante que conversemos con nuestro hijo o hija, a solas,(no con su esposo o esposa) y con argumentos claros le expliquemos nuestra franca preocupación de por qué nos parece una decisión equivocada.

El objetivo del diálogo no debe ser tratar de convencerlos, sino conducirlos a analizar los motivos que los llevan a tomar esta decisión, y compartir nuestro punto de vista contribuyendo a una reflexión sobre el tema. Finalmente la decisión será de ellos, pero sabremos que hicimos lo correcto al no callar y ver los toros de lejos; sino, atrevernos a compartir nuestra forma de pensar de manera sincera. Una conversación positiva con la que se pretende educar, no debe llevar a los padres e hijos a ningún tipo de ruptura, por el contrario debe favorecer la unión y brindar al hijo la alegría de saber que cuenta con padres a quienes le importa, y que lo serán por siempre. Cuida al conversar con tu hijo lo siguiente:

  • Un diálogo positivo es el que respeta la opinión del otro.
  • Si has expuesto tu opinión y tu hijo tiene clara su propia opinión aprende a que la diferencia no tiene porqué separarlos, ni resentirlos.
  • El diálogo es sobre el punto en referencia, no sobre las personas, evita adjetivos negativos o acusaciones, con eso no aportas en positivo al diálogo sincero.
  • No te tomes personal la opinión o decisión de tu hijo.
  • Recuerda que al igual que lo hiciste tú, el ya es dueño de su vida.
  • El amor entre padres e hijos es gratuito.  No está sujeto a que me complazca o no con una decisión.
  • Los desacuerdos son válidos, no tienen porqué resentir a las partes involucradas.
  • Respetar a la nueva pareja de casados como una unidad distinta a sus padres.

La relación suegra-nuera: ¿Cuales son mis expectativas? ¿Cómo mejorarla?

Siempre que se hace una broma sobre la suegra se hace alusión a la relación yerno-suegra, como si allí existiera alguna dificultad, cuando en realidad no la hay. Usualmente la relación del yerno con la suegra y viceversa es armoniosa, diplomática, a veces más cercana otras más distante, pero en resumen podríamos calificarla de buena, pues rara vez nos enfrentamos a relaciones conflictivas en la que las dos partes se hieren mutuamente y se viven resentimientos profundos. Pero nadie se atreve a bromear sobre la relación suegra-nuera, pues seguramente se pusiera el dedo sobre la llaga y se heriría más de una sensibilidad por algún conflicto pasado no olvidado o muy presente, sobre los que no se puede hablar, peor aún bromear . Siempre me he preguntado que es lo que sucede que ésta relación históricamente ha traído conflicto a sus partes. Porque no es que la nuera se queja en exclusiva de la suegra con la que se lleva mal, sino que la suegra también se queja de ésta nuera que nunca está a la altura de las circunstancias, y siempre se equivoca tanto en lo que hace como en lo que dice. A la vez encontramos parejas de suegra-nuera que se llevan de mil maravillas y nos preguntamos que es lo que hace que en una misma familia una suegra se lleve tan bien con una nuera y mal con otra. La dificultad en esta relación tan compleja y que en ocasiones puede llegar a ser muy dolorosa para las partes involucradas en el conflicto, tiene sus orígenes en las EXPECTATIVAS MUTUAS.

Las expectativas de la relación suegra-nuera

Han escuchado alguna vez cuando alguien se va a casar que la gente dice a la madre del novio: Vas a perder un hijo!! Y ella contesta feliz: no!!! Voy a ganar una hija!!!, pues sinceramente, con generosidad y amor siente que la que va ha ser mujer de su hijo y va a formar parte de su familia la recibe como a una hija más, más aún si siempre soñó con tener una hija, o la que tiene siempre fue muy independiente y autónoma . En este caso las expectativas son explícitas, pero hay otros en que las expectativas no se expresan, pero sí existen.   Estas expectativas tienen que ver con el rol que la nuera tendrá con respecto a la suegra, al hijo, a los nietos, como ama de casa y profesional.  La suegra podría imaginarse a una nuera super profesional, organizada, independiente, con la que se va a ver pasando un domingo, o podría imaginarse una nuera que la llame pasando un día a ver como se siente, la visite dos tardes a la semana y consienta a su hijo en lo mismo en que hacía ella.   Esta expectativa puede o no ajustarse a la realidad. A la vez la nuera tiene también sus expectativas con respecto a la que será su suegra, igual que aquella podría tenerlas claras como implícitas. Podría imaginarse una suegra amorosa con su hijo, que esté pendiente siempre por lo que sucede con los nietos, que la ayude a llevarlos y traerlos de la escuela, que sea un apoyo en su vida, o tal vez piensa que su suegra sería una persona muy prudente que deje a la pareja sola, pues es una persona profesional que reune a la familia los domingos y además los deja en libertad si es que quieren ir o no. Existen varias alternativas. Si las expectativas de la suegra y la nuera coinciden, la relación será muy buena, pues se desenvolverá en un ambiente de tranquilidad y armonía, en donde habrá satisfacciones recíprocas. Si es que hay diferencias, pero mayoritariamente son coincidencias, la relación tendrá mucho éxito, a veces con un poco más de esfuerzo por alguna de sus partes. Si las expectativas no tienen puntos de coincidencia, o tienen muy pocos, la relación seguramente será conflictiva, tensa, pudiendo llegar a existir grandes resentimientos, incluso un alejamiento de la casa de los abuelos. Es frecuente escuchar: “No entiendo a mi suegra, tiene estos nietos tan lindos y parece que no le interesaran, jamás los ve” o, “Quién entiende a mi suegra, se pasa resentida porque no la llamo ni la visito”, o “Porqué será que cada vez que vamos a casa de tus padres tu madre se las arregla para hacerme sentir mal….. no quiero ir”. Por el otro lado dicen: “Esta ni;a, si que es exagerada, no deja que mis nietos hagan nada, yo si les doy permiso”, o, “trabaja el día entero, tiene botado a mi hijo y a mis nietos”, “es una ingrata, nunca nos visita, nos a alejado de nuestro hijo y nietos” Cada una de estas frases es real, cada una responde a una expectativa y realidad diferentes.  Si nos ponemos en el zapato del otro podríamos llegar a entender el porqué el otro actúa de esa manera. Tras la nuera que dice que no entiende como su suegra no visita a los nietos encontramos a una mujer que pensaba que su suegra sería una abuelita muy presente, pero la suegra eligió como estilo de vida una vida profesional activa, y además le cuesta intimidar, prefiere las relaciones distantes……si entendemos esto, ya no vamos a esperar de ella algo que le es muy difícil dar.   Para la suegra que dedicó su vida a ser ama de casa, le puede costar aceptar que su nuera trabaje, y además que esta sea una decisión de pareja, pues necesitan los dos ingresos, si ella ve este lado de la moneda, podría ayudarla en tolerar más la situación, aunque nunca la haga feliz. 

El diálogo entre la suegra y la nuera:

Será que en algún momento podremos conversar sobre lo que nos molesta, como dos adultos, sin caer en hacer caras antipáticas o comentarios en doble sentido. Es típico que a las nueras nos moleste ciertas cosas que hace nuestra suegra que sabe que nos disgusta. Por ejemplo, típico que la abuelita siempre quiere darle gusto a los nietos, y que a sabiendas que la nuera le tiene prohibido a los niños tomar coca cola, ésta se los dá. Qué sucede, la nuera se pone furiosa ante la desautorización que le hace su suegra, y tiene toda la razón, pero a la vez la abuelita también tiene toda la razón de querer darle un gusto a los nietos. Entonces qué hacer: Siempre es una posibilidad que la una le diga a la otra, suegra: “ usted sabe lo que me molesta que mis hijos tomen coca, le agradecería que cuando estén en su casa, como sé que para usted es una forma de darles gusto, le de solo un vaso”, o “que les de gusto con alguna otra cosa”. De esta forma nos comunicamos de manera positiva expresando lo que esperamos de la otra persona, cediendo un poco, pero a la vez ganando una buena relación, y nos evitamos el disgusto y la mala cara…….Estoy segura que en este caso la abuelita agradecerá el comentario, y dejará de ser la coca cola una batalla en la relación. Siempre estamos buscando el cambio del otro, “cuando será que por fin va a cambiar?”, en vez de confrontar la expectativa que tengo sobre ella, con cual es la necesidad mía que hace que esa expectativa exista, con el conocerla, pues si la conozco y me conozco a mí misma me daré cuenta que tengo falsas expectativas y me ayudará a aceptar a la persona sin tratar de cambiarla, un poco dejar morir esa idea de lo que yo pensaba que tenía que ser una suegra, o de lo que debería ser mi nuera, y aterrizar a la realidad, en la que pueda aprender a valorar a la otra persona y a partir de allí procurar tener una buena relación, pensando más en qué tengo que cambiar yo para llevarme mejor con ella. Pueda ser que alguien que esté leyendo este artículo piense, “es que ella no conoce a mi suegra”, “no se imagina lo que hace mi nuera”, “si la conociera, me diera la razón” , “ es imposible que ella cambie”, pero si cada una de nosotras aprende a conocer, aceptar a la otra, a valorarla, no esperaremos de ella palabras que no nos puede decir, detalles que no nos pueda dar, o reacciones que para ella son inpensables, pero le daremos la oportunidad de que desde su forma de ser nos enseñe algo nuevo , pues estamos abiertos a conocerla, y si a pesar de todo no nos termina de caer bien, siempre podremos respetarnos como dos seres humanos por los que vale la pena vivir. 

Nuestro hijo se casó: ¡Tomando sus propias decisiones!

Seguro nos sucedió a nosotros cuando salimos de casa de nuestros padres, llenos de ilusión por la nueva etapa de la vida que tocaría escribir. Igual que a ellos ahora, tuvimos la intención de repetir en nuestro hogar recién formado todo aquello que nos parece que funcionó en nuestra casa y nos hizo felices. Y si es que nos atrevimos a cuestionar a nuestros padres, quisimos cambiar aquello que nos hizo sufrir o que nos parece que no dio buenos frutos o consideramos innecesario.

¿Libertad o lealtad?

Las decisiones que ellos van tomando nos podrán parecer malas o buenas, podrán hacernos sentir orgullosos o preocupados; pero debemos distinguir que estas, aunque diferentes a lo que nosotros tomamos en nuestro momento, no nos cuestionan, sino que se refieren a su realidad, la cual es diferente a la nuestra. En muchas ocasiones los padres evaluamos lo que ellos deciden en función de lo que nosotros hicimos y cuando ellos deciden diferente nos sentimos cuestionados… Reacción por demás injusta para con nosotros mismos, pues la vida es distinta y su realidad también.

No debemos ver su vida a través de nuestra propia experiencia, sino ser capaces de ponernos en sus zapatos y ver a través de sus ojos.

Dialogo de pareja: ¿Comunicación a través del chat?

Desde que aparecieron primero los messenger y luego los chat,  cada vez más parejas han optado por tratar a través de este medio los temas trascendentes de su relación, o sino,  lo utilizan como el medio para continuar discusiones comenzadas en casa y mantenidas a través del chat por días.

Indudablemente la parte positiva es que es un medio rápido y directo para comunicarse, dar información y obtener respuestas sobre asuntos cotidianos e inmediatos, resolviendo un sin fin de dificultades diarias. La dificultad reside en los diálogos profundos que hoy se mantienen por chat. La pregunta es, ¿para que les sirve dialogar a través del chat? Hay personas a las que les es muy sencillo dialogar cara a cara, pero hay un grupo enorme a los que les es muy difícil, y la aparición del chat suple una necesidad personal.   Estas personas temen mucho el conflicto que puede surgir de un diálogo, pues se sienten inseguras, o tienen malas experiencias diciendo como piensan o cómo se sienten, pues han sido descalificadas anteriormente, así como hay personas a las que les cuesta mucho expresar sus emociones y recibir las emociones de los otros, de tal forma que el mensaje de texto resulta la herramienta que han encontrado para poder comunicar lo que realmente les importa.

Esto que en principio es algo positivo, pues nos permite comunicarnos, tiene finalmente repercusiones negativas. En la medida en que nos escondemos detrás de un medio de comunicación, justificándonos, pues "todos lo hacen y es lo normal", boicoteamos nuestro propio crecimiento personal, que implica dialogar cara a cara, nos acomodamos, en vez de madurar. El medio escrito implica no ver a la otra persona, por lo tanto te sientes libre para decir lo que quieras, sin ningún control o contención de si lo que vas a escribir va a herir u ofender a la otra persona, estas mas preocupado de expresarte, que de la consecuencia que pueda tener en el otro. Descubres que a través de este aparato puedes decir todo lo que sientes, sin control alguno, es como un desahogo.   Incluso muchas personas lo utilizan como medio para atacar a su pareja, a quién dicen que aman, "por fin le dije lo que se merecía" son frases que escuchamos. El resultado final es lo que vivimos hoy, pues luego de estás eternas discusiones de mensaje de texto, que usualmente quedan inconclusas, en el momento del encuentro cara a cara ni terminan el diálogo, ni comentan lo que se han estado escribiendo, ni cómo esto los ha hecho sentir, sino que actuamos distantes o resentidos con el otro, o como si nada pasara, pero en algún momento pasamos factura al otro… hasta el punto en que ninguno sabe dónde comenzó el problema o porqué se sienten tan resentidos.

Pero, ¿cuál es el límite?

Los chat, definitivamente son una herramienta que nos sirve para resolver situaciones cotidianas, como, saber a qué hora llegará a la casa, o recordar que es el santo de la abuelita, o la cita en el dr, pedir algún favor... Pero profundizar en el diálogo de pareja y tratar de resolver conflictos a través de éste no es más que una paradoja, en la que con intención de estar cerca del otro, no conseguimos más que alejarlo.

Cada vez que escribas algo a tu esposa o novia pregúntate: ¿me atrevería a decírselo de frente? Si la respuesta es negativa, no lo escribas, y busca las palabras adecuadas para conversarlo cuando estén cara a cara.

A la persona que amamos hay que cuidarla, lo que implica que debemos procurar dialogar en el momento adecuado y con la palabra correcta, pues la intención nunca debe ser la de ofender al otro, sino la de resolver algún desacuerdo o comunicar algún sentimiento por difícil que este sea.  Seguro que aunque es más difícil hacerlo así, descubriremos el crecimiento que significa para la pareja, teniendo como resultado una relación más solida.

El que se casa, "casa quiere"

El que se casa, "casa quiere" Este dicho es muy cierto y también muy educativo para que la pareja que empieza se conozca mejor, reparta las tareas y encuentre sus roles dentro de la convivencia. Este aprendizaje debe ser de dos personas, ¡no de seis! Ambas parejas de padres deben estar fuera de la convivencia diaria permitiendo a la nueva pareja hacer su propio aprendizaje así como elegir sus propias reglas y estilo de vida, aunque nos parezca distinto al que vivieron con nosotros.  Para que ellos logren su propia experiencia necesitan espacio, siendo tarea de sus padres ayudarlos a conseguirlo, evitando tenderlos atados a su casa, aceptando que ya tienen otra que es la suya propia.

Si por alguna razón deciden vivir en casa de sus padres por un tiempo, debemos recordar que, aunque viva todavía con nosotros, ya está casado, por lo tanto nuestro hijo/a forma con su pareja una unidad diferente dentro de nuestro hogar, lo que significa que debemos respetar la privacidad e independencia de la nueva pareja, así como ellos deberán respetar las costumbres y reglas de la familia con la que viven.

¡Soy abuelo! ¿Estoy más viejo?

Definitivamente el tiempo pasa para todos, y pertenecer al grupo mayor de nuestro clan familiar podría hacer que nos sintamos viejos, o nos preguntemos si nos vemos ancianos, como nosotros veíamos a nuestros abuelitos…

Más que sentirnos o no viejos, es positivo aceptar que nos sigue una generación más joven, y que aunque disfrutamos mucho cuando tuvimos su edad, estamos ya en otro momento de la vida en cuanto al lugar que ocupamos en la familia, lo que no quiere decir que dejemos de disfrutar plenamente de la vida y de todo aquello que nos ocupa, como es nuestro trabajo, amigos, deportes, diversión y vida familiar.

Ahora como abuelos tenemos el reto de descubrir y gozar de esta nueva forma de dar y recibir AMOR.

 

 

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