Regalos en navidad: un detalle con amor
La diferencia entre dar un regalo por cumplir y dar un regalo a quien estimamos, es el amor que ponemos en él. Pensar en la persona que va a recibir el regalo, en qué le hace falta, qué le gusta, que puedo darle con el dinero que tengo… implica aterrizarnos a la realidad, y dedicar tiempo a buscar el regalo indicado, es lo que lo hace especial. Un regalo al apuro, que se elige rápido y sin pensar en quien lo va a recibir, solo para quedar bien, pierde completamente el sentido del compartir en el amor de la Navidad. Usualmente eso sucede cuando queremos abarcar mucho, terminamos comprando regalos en serie…carentes de significado.
¿Límites en los regalos para nuestros hijos?
Cuando elegimos el regalo para nuestros hijos, es cuando podemos estar perdiendo la brújula. Ellos piden mucho, pero no por ello debemos darle todo lo que piden. Tratar de complacer a los hijos a través de los regalos solo nos llena de exigencias inútiles, y frustraciones, pues si les damos todo lo que quieren NO los estamos educando, y si los acostumbramos a darles mucho, los convertimos en niños insaciables que nunca están satisfechos con lo que tienen, son los niños “nada es suficiente”.
Pensemos bien en qué les vamos a dar, para qué lo van a utilizar, cuánto bien o mal les hace a ellos poseer eso, pues no se trata de satisfacer todas las apetencias, se trata de darles algo que los eduque o de darles un gusto que los ilusione, pero no pretendamos que nos amen más o menos por los regalos que les damos, pues habremos fracasado como padres. Ellos nos amaran por nuestra capacidad de amar y educar. Ellos deben poder apreciar y valorar aquello que se les da, y en la abundancia de regalos no lo lograremos. Tengamos una medida, que no debe estar puesta solo por el presupuesto, sino también por el beneficio de lo que se posea. No permitas que el presupuesto se desborde por los regalos que des, y mejor enseña a tus hijos a darse a sí mismos en Navidad.
Un regalo puede ser una visita a los abuelos o tíos mayores, para quienes muchas veces no tenemos tiempo. Pueden hacer galletas o tortitas, horneadas en familia y regalarlas a los amigos. Tarjetitas dibujadas por los pequeños artistas de la casa y con mensajes especialmente dirigidos a quien se las entreguen, estos detalles implican un esfuerzo pues deben dedicar tiempo a elaborarlos, enséñales que ese tiempo que dedican es un acto de entrega y generosidad que los haré felices, a ellos y a quienes lo reciben, pues seguro valorarán todo el cariño invertido.
