Cuando María conoció y se enamoró de Mario pensó que al fin había encontrado al hombre ideal, sus familiares y amigos les hacían saber lo bien que se los veía juntos y la linda pareja que conformaban, sin embargo tiempo después de casados las cosas empezaron a cambiar, María se sentía atrapada en un verdadero infierno, Mario, pasó de ser "el hombre ideal", a ser:
- Desconfiado,
- Egoísta,
- Violento,
- Conflictivo,
- Posesivo,
- Inseguro, y
- Controlador.
Surgió en él, el fantasma de los celos. Ambos empezaron a sentir cierta insatisfacción, ya que las discusiones y reproches eran cada vez mas subidas de tono, vivían entrampados en continuos estadios de confrontación, que de a poco iban aumentando su distanciamiento, cada vez les era más difícil llegar a acuerdos, originándose conflictos ya imposibles de controlar por la pareja… visualizándose una ruptura inminente.
Los celos:
Muchas parejas experimentan diversos niveles de inseguridad en sus relaciones, la más común son los celos… Sin embargo, todos a lo largo de la vida experimentamos en mayor o menor medida algún episodio de estos. Los celos son emociones intensas que surgen cuando se experimenta un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a la persona amada, o frente a la amenaza de perder al objeto de nuestro amor. En el marco de una relación de pareja la presencia de algún episodio esporádico de celos se lo puede considerar como algo natural, pero si éstos exceden la normalidad y no se pueden evitar pudieran convertirse en un espacio de conflicto, llegando a ser muy destructivo para la relación.
Es muy importante saber distinguir los celos naturales de los celos patológicos, estos últimos son signo de que a nivel emocional algo no está funcionando, ya que se dan sin tener evidencia o argumento alguno para desconfiar continua y excesivamente de la pareja. Así, el celópata empieza a generar varias medidas relacionadas al control de la relación, que van desde, la intrusión del espacio del otro, a tal punto que se empieza a perseguir o a vigilar a la pareja, buscando signos probables de que el celado ha establecido una relación paralela, hasta llegar a la violencia. La emoción predominante de los celos es el miedo, pero mas allá de ellos hay problemas muchos más profundos que la persona lleva en su equipaje emocional, como podrían ser: fracasos en relaciones pasadas, problemas de confianza y desvalorización, necesidad de aprobación, miedo al rechazo, etc.
Dinámica relacional de los celos
Como en todo juego relacional de pareja se necesitan dos, en este caso, de un celoso y otro que permita que lo celen. La persona celosa siente que mediante el control que ejerce con sus celos protege la relación y a su vez se protege de un posible abandono (reacción instintiva de autoprotección), sin embargo esto tiene un efecto contrario, ya que el intenso control y desconfianza que el celoso ejerce fluctúa con el paso del tiempo en el celado, quien pasa de sentirse en un principio alagado, imprescindible e importante ante tanta demostración de amor, a sentir una intensa sensación de agobio, imperando en él la necesidad de huir, lo que a su vez genera en el celópata desesperación frente a la ruptura de la relación.
Dado que las emociones controlan a ambos protagonistas, se deja de disfrutar la relación, ambos quedan entrampados en una situación conflictiva, en la que, poco a poco se va acumulando tensión, la misma que se descarga con violencia física, psicológica o sexual, que conlleva a una fase de arrepentimiento y falsas promesas de cambio, culminando en un nuevo ciclo de seudo-luna de miel.
Características del celópata
- Personas dependientes, con una frágil autoestima, inseguros, no confían en sí mismos.
- Personas que no se sienten merecedores de ser amados.
- Personas que han cultivado muy poco su vida interior, y se sienten terriblemente vacíos.
- Personas egocéntricas, que pretenden ser “todo para el otro”, por lo que limitan la libertad del otro, para ser el eje exclusivo de su vida.
- Personas que tienden a maximizar todo tipo de circunstancias, debido a su inseguridad, temor al rechazo, abandono y soledad.
- Personas que han transitado por experiencias traumáticas en la infancia, por ejemplo: abandono de ambos o un progenitor.
- Personas que no logran superar sus miedos y temores pasados, permaneciendo esclavos de los mismos.
- Personas que crecieron en un ambiente emocional ambivalente, (amor-odio).
¿Dónde se Originan Los Celos?
Es en la infancia donde se gestan los posibles adultos celosos, desde pequeños comenzamos a exigir el amor exclusivo de nuestros padres, emergen los primeros sentimientos de celos, hacia nuestros hermanos, por ejemplo. En la infancia se desarrollan los primeros vínculos, y se va forjando también los patrones de apego, que se mantendrán a lo largo de la vida, así por ejemplo: La ansiedad que un niño puede sentir frente a la posible amenaza de perder a sus figuras de apego, (madre-padre, necesarias para su estabilidad psicológica), generan en él conductas o reacciones en ese momento naturales frente al deseo de querer poseerlos sólo para sí, por lo general esta dinámica más tarde se vierte en la relación de pareja.
Estrategias para ayudarse a superar los celos
- El primer paso y el más importante es reconocer y aceptar que se es celoso.
- Asumir la propia responsabilidad con respecto a nuestra celopatía, la pareja no la causa , es el celopata quién la genera.
- Reconocer que tenemos problemas con el manejo de nuestras emociones.
- Crear espacios personales que permitan diferenciar la identidad y autonomía de ambos miembros de la pareja.
- Analizar y reflexionar acerca de ¿qué emociones, circunstancias o sentimientos nos producen celos?,
- Una vez que aprendamos a reconocerlas podremos revisar nuestra historia pasada que esté íntimamente ligada a ¿cómo fue mi niñez a nivel afectivo?, ¿Cómo fue mi relación con mis figuras de apego? Me brindaron los cuidados y atenciones que necesitaba cuando era sólo un niño/a.?.. Me sentí protegido/a afectivamente?, etc.
- Comprender que la pareja es un ser humano y no objeto de nuestra propiedad.
- Comprender que los celos no desaparecen solos, es necesario buscar ayuda profesional.
Aquella creencia de que "te celo porque te amo” es tan solo eso, una creencia. Toda relación sana debe partir del respeto hacia el otro como un ser diferente, y co-construirse sobre una base sólida de amor que permita el crecimiento personal de ambas partes, la consecución de logros de objetivos comunes, donde ambos vayan tejiendo un espacio relacional que permita ir encarando la vida, los problemas y conflictos de a dos… mas si al contrario, observamos que la relación se ha contaminado del fantasma de celos, en donde se siente y percibe un constante malestar y deterioro de la relación, debe buscarse ayuda para aprender a manejar y a eliminar los celos antes de que ellos acaben con la relación de pareja y nos impidan lograr ser felices.